Este es el regalazo que mis compañeros de la oficina me hicieron como despedida: una vuelta en helicóptero por los Cayos de Florida.
Saben de mi miedo y vértigo a las alturas así que estaban entre tirarme en paracaídas y el helicóptero. En esas tertulias que se montan a diario en el curro ya había avisado de que si alguien quiere vengarse, o acabar conmigo directamente, me puede regalar una muerte por infarto en paracaídas y listo. Por suerte para sus bolsillos, recapacitaron a tiempo y no tiraron el dinero a la basura. Y además, son buena gente y no quieren que muera antes de tiempo.
Salida de casa, dos horas al volante, una parada en una gasolinera con grupo de Harley Davidson (de manual) descansando y llegada a Marathon Airport, justo en el momento en el que ya me empezaban a temblar las piernas.
Marathon es el cuarto de seis pueblecillos importantes de los Cayos. Viene a ser la zona donde Cristo perdió la zapatilla y puedes visitarla gracias a una carretera con veintidós puentes construidos encima del mar y cruzando por algún que otro everglade.
El paisaje durante el viaje es facilongo: gente pescando a derecha e izquierda, agua por todas partes, mucho verde, resorts, casitas a pie de carretera con buzones en forma de manatíes y similares, tiendas de alquiler de barquitos a destajo y olor a pescado.
Como el tiempo amenazaba con estropear el «sunset» llegamos antes de la hora prevista al aeropuerto para hacer el tour. Nos esperaban Mike y Robert, dos pilotos encantadores y muy americanos. Con esto quiero decir que entendí la mitad, de la mitad, de la mitad de lo que nos explicó Robert durante el vuelo. Suerte que he tenido una hija lista que se defiende perfectamente y que hizo de traductora en el viaje.
El resumen editado del viaje está aquí: Cayos de Florida (he omitido mis gritos y risas histéricos y sustituido por música).
Después de que mi estómago subiese a la garganta literalmente en el despegue (mientras gritaba: vamos a morir) y del momento en el que mi mejilla derecha casi tocaba el agua mientras el helicóptero daba vueltas haciendo círculos, me relajé bien agarrada a las barras de hierro que tenía delante. Al aterrizar tenía un calambre en las piernas, creo que fue un milagro que no atravesaran el suelo del helicóptero. Al margen de esto, ¡disfruté como una cosaca en plena guerra!
Con el calambre en la pierna incluido, decidimos que estábamos a un paso de pisotear el final de los Estados Unidos. Así que pensamos: para evitar la caravana de coches a la vuelta, vámonos a Cayo Hueso y volvemos por esos puentes de Diós a partir de las 10 p.m. Así que recorrimos el resto de pueblecitos pintorescos hasta Key West, el final de la tierra y nos plantamos a hacernos la foto en el famoso punto «a 90 millas de Cuba».
Nos sorprendió descubrir Cayo Hueso. Por lo que parece su nombre viene de la cantidad de huesos humanos que encontraron allí los colonizadores. Y resultó un lugar con un encanto especial, por algo Hemingway no era tonto y lo escogió como lugar donde vivir y escribir durante algunos años. Su casa:
Se recorre a pie y las calles más turísticas están llenas de casas de estilo caribeño, mini hoteles, terrazas, bares y música. Ambientazo total.
Por su ubicación en el mapa es el sitio ideal para ver la puesta de sol. Nos contaron que, igual que en Zahora (Cádiz), en Sas Salinas (Ibiza) y otros mil lugares, la gente se reúne para disfrutar de ese espectáculo gratis y mágico. Esta vez no pudo ser, nos la perdimos por culpa de las nubes, pero volveremos. Pronto. Y haré mi foto.
Increible!!!!!! Menudo regalazo!!!!
Espero que a partir de esto empieces a creer un poquito en Dios. Los dos americanos acabarían hartos de tanto grito español, pero como dice la canción, valió la pena.
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Jejeje
Mi fé anda intacta…
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Hola Neus… Quina aventura!!!… Com faig per subscriurem al teu blog? 😎
Ets una crack !!!
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Xavi!!! Què tal? Com estàs tu en la teva pròpia aventura? Quina gràcia trobar-me el teu comment! Mil gràcies maco! Esto es pura terapia! Jejeje
A la part de dalt dreta es pot desplegar un menú i abaix de tot vaig posar un botó per RSS («Si me queréis, suscribirse) però no estic segura si està funcionant bé… WordPress resulta una mica complicadet. Aviam si funciona i si no, li diré a la Marions que et reboti les entrades! Et posaré un whatsp i així ens conectem!! Petons!
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