Notición: te vienes a vivir a Miami. Sola, solo o con tu descendencia y/o mascota. Cuando llegas con alguna información te sueles dar algún testarazo que otro, imagina si vienes sin saber lo básico… Aquí va una mini guía de choque para tener algunas cosas en cuenta antes de poner el pie en esta tierra americana con toque caribeño.
Para empezar, un matiz importante: podrás hacer todos estos trámites si llegas legalmente a USA, claro, con visado, blablabla. Aunque al paso que vamos y con la locura de los últimos días, lo mismo llega el momento de que la spanish people no puede pasar la frontera. Mientras tanto, allá vamos con la guía.
NECESITAS UN MAGO QUE DOMINE EL TERRENO PARA ALQUILAR TU FUTURA CASA
El mago se llama realtor y su nombre técnico es «agente de bienes raíces«. Si no tienes ayuda extra como una agencia de recolocación puedes empezar a tantear cómo está el patio en el principal portal inmobiliario: Zillow (link). En el site tienes además una opción que te indica los colegios de cada distrito y su clasificación. Lo más habitual es escoger el buen colegio para tus hijos y luego buscar la casa en la zona, después de los primeros meses de sufrimiento escolar, he entendido el por qué.
Lo único que te va a pedir tu realtor es amor eterno e incondicional. Él o ella va dar su vida en ese noviazgo enseñándote todas las casas que quieras y su comisión la paga la propiedad, pero no vayas a ponerle los cuernos con otro u otra realtor porque le haces una putada muy grande.
Y ¿cómo dar con uno? O te recomienda alguien, o puedes contactar con alguno que aparece en Zillow y luego es ensayo-error.
Además de tener «distritos» con su código postal llamado zip, Miami se distribuye en los neighborhoods (link); lo que viene siendo «vecindarios». Y es muy importante tener en cuenta esta clasificación a la hora de asegurarte la plaza en el colegio. Estos son los neighborhoods y más abajo cuento más para quitarte a los niños de encima y meterlos en el cole tan pronto llegues.
Volviendo a la figura/perfil del realtor. Como en cualquier profesión hay para todos los públicos, aunque mejor me ahorro enumerar este ranking. Yo tuve muchísima suerte, he conocido gente que no… Cualquiera puede ejercer si cumple estos requisitos:
- Hacer un curso obligatorio de 63 horas en la escuela oficial de la Florida.
- Pagar unos 300 y pico dólares por el curso.
- Pagar unos 100 por examen.
- Aprobar el 75% de las preguntas del examen.
- Tener más de 18 años y estar graduado en High School.
- Y al aprobar el examen, creo que hay que hacer unas 45 horas de vendedor.
Obviamente, los realtor van a comisión y con los precios locos de los alquileres y venta sus buenas comisiones se llevarán, si son gente profesional y venden, of course.
LA TARJETA MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA Y SU NÚMERO SECRETO
Señoras y señores, presentamos la ¡SOCIAL SECURITY!
En paralelo a irte a Ikea para comprarte una cama y dormir en tu nueva casa (sí, Ikea también nos salva la vida aquí), tienes que volar a solicitar la tarjeta de la Social Security. Este organismo es algo aproximado a nuestra Seguridad Social y actúa como centro de información.
¿Y qué información tiene? TODA. En lo que a vida laboral e impuestos se refiere. Es el primer paso para todo: para contratar la línea telefónica, para abrir una cuenta en un banco, para dar de alta la luz o el agua, para buscar trabajo si es que tienes visado que lo permita, etc.
La oficina donde la solicitas es como cualquier oficina de la Seguridad Social española, con su edificio gris, su sala de espera desalmada, sus funcionarios con los dibujos de los niños en la mesa, los bolis cutres; en fin, de cliché.
Y, lo más importante, la clave de esta tarjeta: jamás debes llevarla encima, jamás debes darle el número a un desconocido, jamás nada. Desconfía de quién te la pida, pídete tú todos sus datos; en fin, como si fueras un agente de la CIA llevando un documento altamente secreto. Eso debes ser con tu Social Security. Porque si caes en desgracia y te roban ese número, te roban la identidad y te pueden arruinar hasta la vida.
EL COLEGIO DE TU DESCENDENCIA
Del sistema de educación americano ya hablé hace un tiempo. Links de los post: «Back to school» y «Diez cosas que me gustan del sistema educativo americano y algunas curiosidades«. Ahora toca hablar del papeleo que tienes que preparar desde que estés en España (o dónde sea).
Siempre tendrás plaza asegurada, pase lo que pase y sea cuando sea que llegues, en el colegio de tu neighborhood. Eso es ley. Los documentos que debes traer bajo el brazo y los trámites que tendrás que hacer al llegar, son estos:
- Partida de nacimiento literal y original de los niños.
- Certificado de vacunación original que deberá legalizarse en la consulta de un pediatra en Miami. Y que pondrá al día si es necesario, así que es probable que caiga algún pinchazo.
- Expediente del colegio.
- Una carta de recomendación del colegio no es imprescindible, pero si puedes traértela mejor. En los coles públicos no creo que a priori la tengan en cuenta, pero si te da por matricular en un Charter o privado, sí tiene su peso.
- Un recibo de luz, de banco, o similar para demostrar que vives en la casa y que el colegio pertenece por neighborhood.
Cuando lleves el papeleo, ipso facto, tus niños son escolares oficiales. Si coincide que llegan el primer día de cole y van a uno público, el día antes recibirás una llamada automática del Condado. Durante un rato una grabación te dará la bienvenida al sistema educativo en perfecto inglés americano, te recordará que es muy importante que los niños duerman las horas necesarias, que tomen un buen desayuno y que las madres y padres son muy necesarios para la educación académica de sus hijos. Si no recuerdo mal, mencionan palabras como «éxito» o algo así; very important en este sistema.
LOS BANCOS
Acostúmbrate. Los bancos aquí sí cobran por todo, aquí no hay INGs que valgan, sin comisiones. Y vete con paciencia. Ir a hacer cualquier gestión a un banco es eterno. He llegado a estar la friolera de hora y pico o dos, viendo al personal con un gorrito de navidad, para tramitar cualquier chorrada como querer pedir una tarjeta.
Tarjeta de crédito que no te van a dar de entrada. Que lo sepas. Porque no tienes historial de crédito, la otra fórmula mágica. Así que la única tarjeta de pacotilla que vas a tener es una a débito, ¡sin chip! Como en el Paleolítico. Que parece de juguete. A ti, que no te ganaba nadie en España con tus cinco o seis tarjetas de crédito, que llevabas la cartera petada. Que llegabas a un banco y decías: «quiero una tarjeta de crédito» y te la daban sin comisiones de mantenimiento.
Y volviendo a la sala de espera del banco, para que después de las dos horas chupando sofá, te digan que ni sueñes con una tarjeta de crédito. Y encima tener que volver porque el del gorrito de navidad me había puesto los apellidos al revés y había montado un cristo con mis datos. Coño, que paciencia hay que tener…
También hay algunas diferencias con nuestra dinámica española:
- Aquí no se lleva tanto lo de la domiciliación. Muchas facturas se pagan on line o por teléfono con tarjeta y cuando ya confían en ti, entonces puedes enviar el pago al banco. Por ejemplo: la factura del móvil, la de la luz, la del agua, etc.
- Hacer una transferencia es, al menos en el banco que tengo, bastante más complicado y los gastos grandes.
- Cuando consigues una tarjeta de crédito no la cobran automáticamente, sino que tienes que estar alerta al día de pago para hacer un traspaso a la cuenta de la tarjeta. La filosofía no es «yo soy tu banco y me debes dinero, así que paga el día 5«, sino, «soy tu banco pero no voy a meter la mano en tu cuenta, así que eres tú quien debes enviarme el dinero cuando te toque pagar«.
Y, otra mala noticia: me cuentan que es más que habitual que te puedan robar los datos de las tarjetas, así que la recomendación es no perderla de vista. Nunca te piden identificación cuando pagas con tarjeta, en ningún sitio. Flipante.
EL HISTORIAL DE CRÉDITO, ESE GRAN DESCONOCIDO
Incorporar esto a mi vida me ha costado el alma, mucha mala leche salida en forma de insulto por mi boca y pataletas varias. Al final, hay que pasar por el aro si quieres tener ciertas ventajas que afectan a tu bolsillo.
En alguno de los post dije: aquí vales más por lo que debes que por lo que tienes. Y esta es la esencia de lo que será tu economía personal en este país.
Esta es la curva (no cervecera precisamente) que va guiar tu vida. Después de la fase de negación, viene la aceptación y luego la de inmersión total cuando vives para comprobar en qué maldito color estás.
Hay dos entidades que reúnen tus datos y que son la fuente consultadas por el resto de empresas, entes, etc. Me explico. Llevas seis meses aquí y decides pedir la tarjeta de Macy’s (link), que es como nuestro Corte Inglés. Pues el señor o señora de turno envía la solicitud y su departamento consulta tu historial de crédito en esas dos entidades.
Si tu historial de crédito está en rojo, estás jodida. Ni agua. A medida que vas avanzando en los colores te van lloviendo las tarjetas de crédito. Llegan por correo postal a tu casa y entonces es cuando dices: «iros a tomar por culo que ahora paso de vosotros«.
Porque hay que ser muy estratégico para construir el maldito historial de crédito. Esto tiene ciencia. Aquí algunas averiguaciones que he hecho, unas por mi propio pie, otras de gente que tiene un master:
- La primera tarjeta que debes pedir es a tu banco. Como te la negará por la vía normal, no te queda otra que comerte la «asegurada». Esto es: el banco te pregunta cuánto quieres de crédito. Tú dices que 500 dólares, por ejemplo. El banco te dice que tienes que sacar 500 dólares de tu cuenta, ponerlos en la cuenta de la tarjeta y que cada mes te dejará gastar 500 en esa tarjeta. 500 o lo que gastes, que pagarás religiosamente cuando debas. Así empiezas a hacerte con tu historia crediticia. La recomendación: que gastes los 500 y pagues, mes tras mes.
- Tarjetas de tiendas de ropa, gasolineras o de Macy’s. Cuando vayas atravesando el color rojo de la curva y pasando al amarillo, puedes intentar pedirla en Macy’s o en alguna tienda de ropa o gasolinera. Por lo que parece la de Macy’s es potente y ayuda al historial. Si te la dan, la estrategia es por ejemplo: tengo que comprar un colchón. En lugar de ir a Ikea, lo compro en Macy’s que me va a costar el triple aunque tenga la pasta para pagar a tocateja. Lo financio y pago puntualmente.
- No te pases pidiendo tarjetas porque la «denegación» resta puntos. Una puñetera marcianada.
- Tampoco te pases consultando tu historial de crédito, también resta puntos. Una puta locura, lo sé. Para ver tu evolución te puedes registrar gratis (de lo poco gratis que hay por aquí) en Credit Karma pero no abuses entrando como una desesperada. Es muy cachondo porque en función de cómo estés, te sugiere que pidas una tarjeta u otra.
¿Y para qué carajo sirve tener historial de crédito en verde? Pues para comprarte un coche y financiarlo al 2% en lugar de al 23%; para poder comprarte una casa, o un yate, o una isla, o la carrera universitaria de tus hijos, en fin, cosas caras.
También para no pagar auténticas burradas por el seguro obligatorio del coche que sí o sí debes tener para existir en esta ciudad. Un seguro a todo riesgo en España puede costarte como mucho 500 euros al año, siendo buen conductor y tal; aquí pagas 800 0 900 por 6 meses, solo el seguro obligatorio. A ver si no es para romperte los cuernos haciendo el historial de crédito…
ALGUNAS CURIOSIDADES COTIDIANAS
Y aquí dejo algunas curiosidades en plan cotidiano.
- En los supermercados puedes sacar dinero. Sí, amiga, si eres de mi club «antes muerta que ir al cajero», tienes la vida solucionada. Cuando pagas la compra, el cacharrito te pregunta si quieres cash y cuánto quieres, lo marcas, pasas la tarjetita, pagas tu compra y el cajero o cajera te da tu dinerito en efectivo. Sin comisión.
- Los semáforos están después de los cruces. Raro, raro, raro a la par que peligroso. Ver foto. El punto de vista desde el conductor y mira dónde está el semáforo. Hay que andarse con ojo porque es fácil pararse en mitad y montar la de San Quintín.
- Los cochecitos de Correos parecen ingleses. Llevan el volante en la derecha.
- Nunca hagas la clásica trampa de dejar el coche en el parquing de un supermercado e irte a otro sitio. Se lo llevan las «grúas piratas». No son oficiales, son tíos macarras que vigilan, llaman a unos colegas con grúa y se llevan una comisión. Tú solo te juegas un ataque al corazón al ver que el coche no está y no hay ni pegatina ni nada de nada.
- Los peajes invisibles. Vas por la 95 y de repente de enciende una lucecita. Tú crees que te han cascado una multa pero no, es la luz del peaje. Lo primero que debes hacer cuando compres el coche es registrarte en SunPass (link). Antes del registro debes comprar la «pegatina» en cualquiera de estos sitios (link) tan pintorescos como la farmacia CVS o el supermercado Publix (no cuesta más de veinte dólares). Una vez la tienes, la registras, recargas con el dinero que quieras y la pegas en la luna delantera de tu coche. En Miami hay unas cuantas express way que se pagan pero no suele ser más de dólar y poco. Puedes programar la recarga automática y el sistema de avisa cuando va a hacer el cargo a tu tarjeta de crédito.
- Los coches solo llevan matrícula en la parte de atrás. Y en algunos parquings te lo pueden confiscar por seguridad si los aparcar de culo porque la matrícula está en el culo, claro.
- No hagas la clásica trampa de «veo un hueco para aparcar en el otro carril, pues lo cruzo de cara y aparco contra dirección«. Te ponen una multa fijo.
Para todo lo demás, el Consulado Español siempre a tu servicio.
To be continued.