Mully, una historia prodigiosa

Anoche tuve el honor de dar la mano e intercambiar unas palabras con un hombre excepcional: Charles Mully.

IMG_5166

Una sonrisa que te atraviesa como una flecha, una historia que vale la pena compartir.

Captura de pantalla 2018-03-10 12.25.18.png

Por eso solo mencionaré Miami para decir que, gracias a estar hoy aquí, he conocido una hazaña que te llena y te emociona, te hace creer en algunas personas. Personas que parecen de otro mundo. Te convences de que sí es posible hacer algo extraordinario por otros seres humanos, aunque todo esté en contra. Aunque esos seres sean niños condenados a estar fuera de la vida que les tocaría vivir.

Charles Mully nació en una aldea de Kenia y fue abandonado por su familia con seis años. Vagó por las calles hasta que con diecisiete y, después de caminar más de sesenta kilómetros, llegó a Nairobi buscando trabajo.

Lo encontró en una casa ocupándose de tareas domésticas que le supieron a gloria. Pasó de lavar platos y limpiar a trabajar en la granja y ascendió hasta ser coordinador. Ahí conoció a su pareja con la que tuvo familia numerosa.

A partir de ese momento, Mully vivió en primera persona un sueño improbable: fundó negocios, triunfó con ellos y se hizo millonario en Kenia. Cambió su miserable vida de niño sin futuro por una de verdad para sus hijos. 

Pero un día algo se rompió después de un incidente con unos jóvenes en la calle. Y Charles Mully llegó a casa y comunicó a su familia que iba a vender todo lo conseguido y se dedicaría a recoger niños condenados a no ser niños que sobrevivían tirados en las calles. 

Captura de pantalla 2018-03-10 12.47.42.png

Es muy difícil poder resumir esos años de trabajo con su familia al pie del cañón. Ese hombre que ahora vagaba por las calles buscando al niño que él mismo fue, ha rescatado de una vida equivocada a más de doce mil. Charles Mully cuestionó su propia existencia y el triste panorama de su comunidad.

Modificó un ecosistema buscando agua hasta encontrarla, plantando árboles para cambiar el clima, cambiando la desesperanza de los niños por trabajo, educación y esfuerzo.

Captura de pantalla 2018-03-10 12.47.11.png

Y ese hombre sigue encargándose de dar la vida a más niñas y niños. Convencido de que la empatía hacia los demás, el detenerte a pensar, el cuestionarte a ti mismo, cuestionar las realidades incuestionables y buscar un foco es necesario y es posible.

Es difícil transmitir con un post en un simple blog lo que sentimos anoche al conocer esta historia viendo la película. Sé que me quedo muy corta con las palabras, sobre todo, después de conocer a Charles y de escuchar pura inspiración y humanidad en una voz suave y lenta vestida con una sonrisa que no es de este mundo.

Te animo a conocer su historia. De verdad es una historia extraordinaria de una persona imprescindible.

Mully, the film.

Enlace a su maravilloso y necesario proyecto Children’s Family.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s